Los
problemas de audición pueden presentarse desde el nacimiento o durante el
desarrollo del niño/a.
La disfunción auditiva es la alteración que se produce en la percepción de la audición,
la cual, hace que no haya una correcta apreciación
de los sonidos y ruidos que nos rodean. En los niños/as puede suponer un retraso
importante en su desarrollo cognitivo, ya que entre otras cosas, dificulta la
adquisición del lenguaje. Pero no sólo afecta al habla, sino que también
condiciona otras áreas de su desarrollo social y emocional, como las relaciones
con su entorno más próximo o la sensación de aislamiento.
En el caso de Elena es importante que sus
padres no se retrasen en que la vea un especialista, ya que, es esencial
detectar el problema para intervenir a través de la educación precoz, la cual tiene como objetivo la construcción del
lenguaje aprovechando el potencial de la niña para acceder a él. El
aprovechamiento del período crítico durante el cual la implantación del
lenguaje es más fácil es desde los primeros meses hasta los 3 o 4 años, por lo
que, Elena con 15 meses estaría en una buena edad para poder educarla en este
aspecto. Pero también puede ser que la niña no tenga esta disfunción, sino que
no haya aprendido palabras porque no tiene la oportunidad de escuchar a nadie
cuando está en casa, ya que, sólo convive con su abuela de 80 años que
seguramente no le ofrecerá los estímulos necesarios para adquirir vocabulario.
Respecto a la preocupación
de Miguel, su maestro, de cómo atenderla creo que Elena debería seguir en la
misma clase pero si le diagnostica el especialista esta disfunción debería
seguir unas indicaciones para que la
niña se sienta cómoda en clase. Miguel debería asegurarse de que le presta
atención antes de hablar con ella y que le ve bien la cara, así como acercarse
a ella cuando le hable y sobretodo tener paciencia. No le debería hablar muy
deprisa ni gritando y realizar gestos con las manos le ayudará a que le
entienda así como con la expresión de la cara. También es importante informar a
los padres sobre la disfunción auditiva y el modo más adecuado para comunicarse
con su hija, existiendo una coordinación entre el modo de comunicación de la
escuela infantil y la familia.
En conclusión, tanto la
familia como la escuela infantil tienen que estimular a los niños/as para que
vayan adquiriendo el lenguaje y cuando hay un niño/a con una disfunción se debe
adaptar tanto el aula como la metodología y actividades utilizadas con él para
que pueda seguir con su aprendizaje.
