La sesión de psicomotricidad

La psicomotricidad es una herramienta que utilizamos para que los niños/as introduzcan estructuras cognitivas y motoras. Su metodología parte del deseo del niño/a, el cual se expresa corporal y emocionalmente a través de su acción.

Sandra es una psicomotricista que sigue el método propuesto por B. Aucouturier, según el cual, el niño/a expresa su vivencia de diferentes maneras (expresión con el cuerpo, el gesto, el sonido, el dibujo, la palabra, etc.) y los materiales, lugares y objetos cobran significación como apoyo de su expresividad. Por lo tanto, no sólo tiene en cuenta la dimensión cognitiva sino también las emociones, necesarias para la estimulación del pensamiento.

Eric es un niño que acaba de tener un hermanito, por lo que, puede tener la necesidad de expresar sus emociones ante este nuevo hecho y una sesión de psicomotricidad podría ayudarle a ello.

  

En mi opinión, Sandra debería hacer una sesión de psicomotricidad como la de cualquier día, ya que, en la sesión cada niño explora libremente el tipo de movimiento relacionado con su vivencia personal y si nos centráramos en una vivencia de un niño concreto éste podría sentir que su situación es diferente a la de los demás. Sin embargo, sí que le prestaría más atención a Eric en algunas fases de la sesión. 

Por ejemplo, en la fase de actividad motriz espontánea observaría si Eric realiza balanceos o saltos más comunes en niños más pequeños, queriendo volver hacia atrás en su edad para llamar la atención. La fase de juego simbólico y de construcción sería muy significativa, ya que, mediante el juego puede afrontar sus miedos o preocupaciones relacionadas con el hecho de haber tenido un hermano incorporando todas sus experiencias agradables o desagradables. Otra fase que considero importante, en este caso, sería la fase de representación y lenguaje, ya que, Eric puede hablar o dibujar sobre las vivencias de esta sesión, interiorizando los conceptos vivenciados, ejercitando la memoria, la representación y la conceptualización.

En conclusión, una sesión de psicomotricidad entendiendo al niño como un ser global nos permite comprender los deseos, las carencias, las posibilidades de comunicación y las de conceptualización del mismo.